
Nuestra Historia
El COLEGIO INTEGRADO LAURELES nació de la necesidad que se encontraba en nuestro medio para atender de manera personalizada a niñas, niños y jóvenes que necesitaban o deseaban un seguimiento de su proceso enseñanza-aprendizaje y una formación más integral que respondiera a las expectativas de la época actual.
El Colegio fue fundado en diciembre de 1985, cuando se reunieron tres profesionales con vasta experiencia en la docencia y decidieron asociarse para abrir un colegio de enseñanza primaria que satisficiera las necesidades planteadas anteriormente.
En el año de 1987 fue aprobada la Básica Primaria y ante el éxito en la implementación de modelos educativos acordes con las necesidades de la población, en 1988 se abrió la Básica Secundaria con 133 estudiantes.
Para el año 1991, se completó la Media Académica con el grado undécimo, graduándose la Primera Promoción de Bachilleres con 15 estudiantes en total. Con la aprobación de estudios de la Secretaria de educación de Medellín (resolución de aprobación n. 05899 del 28 de agosto de 1991)

Sobre Nosotros
Misión
Buscamos la formación integral de nuestros estudiantes y contribuimos a su desarrollo mediante la optimización plena de sus potencialidades espirituales, sociales, intelectuales y físicas, como individuos, como miembros de una comunidad, mediante el perfeccionamiento y la innovación de los métodos de enseñanza.
Visión
Seremos una institución educativa líder a escala regional y nacional en la enseñanza preescolar, básica primaria, secundaría y media académica.
Con especialidad en el manejo de niños con TDAH.
Para ello contaremos con el personal docente y administrativo idóneo y debidamente capacitado; además de instalaciones físicas adecuadas a los requerimientos personalizados exigidos por dicha enseñanza.


Con la capacidad para asumir los retos que desde las diferentes dimensiones del ser, nos válida para hacer las cosas a tiempo y lugar y por amor a la trascendencia.
Responsabilidad

Autonomía
Asumir la vida en las manos y enfrentar las decisiones de cada día, con la certeza de estar haciendo lo mejor, para sí mismos y para la sociedad y el mundo.

Por el amor a sí mismo, en su esencia, confiando cada día en sus posibilidades lo que le dará la capacidad de amar y aceptar a los demás desde su ser en construcción.